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Valledupar, corazón del Cesar, es un rincón de Colombia donde la riqueza cultural y las vibrantes tradiciones se entrelazan en cada celebración. Desde la Fiesta de Reyes el 6 de enero, hasta el célebre Festival de la Leyenda Vallenata, la ciudad se convierte en un mosaico de música, arte y devoción.
Festividades como los carnavales, la Semana Santa y el Corpus Christi de Atánquez, resaltan la fusión de creencias ancestrales y la fe, creando espacios de reflexión y alegría. Además, el Encuentro Vallenato Femenino «EVAFE» destaca el papel de la mujer en el folclor, promoviendo la igualdad y el talento artístico.
En este artículo, exploraremos las principales festividades y eventos que dan vida a Valledupar, revelando el espíritu único de su gente y la herencia cultural que perdura a través de las generaciones.
La fiesta de Reyes, el 6 de enero.
Valledupar fue fundada el 6 de enero de 1550 y bautizada como «Ciudad de los Santos Reyes» en honor de la fiesta tan querida para la tradición hispana que ese día se celebraba. En el capítulo segundo del Evangelio según San Mateo, se relata la llegada de los magos de oriente a Jerusalén y su peregrinar hasta el pesebre donde nació Nuestro Señor; aunque en ningún pasaje de la Biblia se menciona que los magos (en el sentido de hombres sabios y de ciencia) ostentasen la dignidad de reyes, tradiciones católicas de occidente y oriente les han recordado bajo esta denominación, por ser representantes de lejanos reinos que desde el primer momento reconocieron la majestad del Niño Jesús, ofreciéndole incienso, mirra, oro y adorándole.
La fiesta de los reyes magos fue por varios siglos la principal celebración cristiana de Valledupar, al punto que la actual Parroquia de la Inmaculada Concepción, era conocida como la Iglesia de Los Reyes Magos desde su construcción a finales del siglo XVI, hasta que la proclamación del último dogma por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, llevó al cambio de advocación de la parroquia por el de la Inmaculada Concepción, e instituyó en Colombia la tradición de «la noche de las velitas».
En los últimos años, la Alcaldía de Valledupar organiza una agenda de celebraciones folclóricas, deportivas y populares, que se pueden extender por dos o tres días, e incluyen una carrera atlética de semi-fondo largo (10 k), misas y procesiones, conversatorios sobre historia y cultura vallenata, exposiciones, muestras gastronómicas y presentaciones musicales; estas actividades cuentan con la participación de numerosas organizaciones culturales de la sociedad civil y empresas de la región.
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Los carnavales de Valledupar.
Una de las fiestas de mayor raigambre popular, pues desde principios del siglo XX es celebrada por iniciativa de las comunidades locales en los barrios y el campo, en muchas ocasiones sin inversión de recursos públicos.
Bajo el anonimato de la muchedumbre, incontables personas desfilan por las calles al son de las expresiones musicales caribeñas, con los disfraces más variopintos, en grupos que son conocidos como comparsas y guachernas.
Se celebra usualmente en el mes de febrero, más exactamente una semana antes de la cuaresma cristiana y termina con el llamado «miércoles de ceniza», fecha en la que los desenfrenados de días anteriores acuden contritos a la santa misa para recibir la cruz de ceniza, en señal de penitencia.
Cuenta con diferentes actividades, que inician desde diciembre, con la celebración de los reinados populares, la elección de la reina del carnaval (no siempre se elige una reina para todo Valledupar, sino que muchas jóvenes reciben esta dignidad en su comunidad), la lectura del bando (orden simbólica que la reina da a toda la comunidad para celebrar y disfrutar las fiestas) y durante la semana, propiamente de carnaval, se dan los desfiles oficiales de la festividad.
Se suelen realizar conciertos por toda la ciudad, especialmente en casetas (K-Z) populares y en salones cerrados del Club Campestre y del Club Valledupar. Aunque indudablemente influenciado por tradiciones universales y en especial por el Carnaval de Barranquilla, el Carnaval de Valledupar tiene muchos aspectos que le hacen especial y representativo del folclor vallenato.
Los actores culturales del municipio, especialmente aquellos de carácter dancístico y musical de bandas y orquestas, suelen reunirse y planear actividades, muchas veces en torno a una junta organizadora del carnaval.
Cronistas del folclor vallenato, como el abogado Alberto Muñoz Peñaloza, recuerdan a los principales gestores del Carnaval de Valledupar, escribiendo:
«Hubo precursores carnavaleros como Oscarito Pupo, Evaristo Gutiérrez, que con ingenio, entusiasmo y determinación se gozaron los carnavales, enseñaron, ejemplificaron como hacerlo, sin molestar a los demás y dejaron una ruta para hacerlo de la mejor manera posible... Fue aporte decisivo para la celebración carnestoléndica en Valledupar, el atrevimiento de emprendedores, como Víctor Cohen Salazar, Marcelo Calderón, Delio Cotes, Rafael Puche, entre los más. Y comparsas de élite como Tumba la Caña, Cali Bella, La Cañaguatera, El Tamarindo; sin desconocer las de tipo barrial: La Pata Pelá, Lucero Espiritual, Josefa Matías, con más datos por revelar…».
La Semana Santa.
Esta fiesta cristiana se celebra durante ocho días, contados desde el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera, el cual es llamado «domingo de ramos». Cada año cambia su fecha en el calendario gregoriano, de acuerdo al ciclo de la luna, por lo que su inicio suele oscilar entre el 22 de marzo y el 18 de abril. Este 2025 se celebró del 13 al 20 de abril; en el 2026 iniciará el 29 de marzo, extendiéndose hasta el 5 de abril.
Durante el domingo de ramos los feligreses asisten a las procesiones que organizan las parroquias por toda la ciudad, en remembranza del Rey humilde, Jesucristo, ingresando a Jerusalén sobre en un manso pollino. Hasta hace pocos años, los creyentes colombianos solían utilizar hojas de palma de cera del Quindío (Ceroxylon quindiuense), lo cual casi lleva esta planta andina a la extinción; desde 1997 la conferencia episcopal ha promovido la utilización de cualquier planta de jardín como símbolo de ofrenda al Señor.
Pero el lunes santo se vive con una devoción extraordinaria, al realizarse por las calles del centro histórico de Valledupar, la procesión del Santo Ecce Homo, patrón de la Diócesis de Valledupar, el Redentor mismo.
Santo Ecce Homo es una advocación del Señor en su camino al calvario, recuerda las palabras latinas del prefecto Poncio Pilato, expresadas al momento de entregar a Jesús a sus verdugos, luego de lavarse las manos, simbolizando no tener responsabilidad en el destino del hombre. Este pasaje de la historia sagrada es narrado en el evangelio por los apóstoles San Mateo y San Juan.
La imagen de Jesús, desnudo, reducido a la indefensión humana, hace parte del núcleo de la devoción del pueblo católico vallenato; aunque hay una bruma de leyenda acerca del origen de la imagen, las versiones más verosímiles indican que esta llegó a Valledupar desde España, junto a otras de gran culto y veneración actual, como la Virgen del Rosario, personaje central de la Leyenda Vallenata.
Hoy en día todas las plazas y monumentos que recuerdan a esta advocación son propiedad o han sido gestados por la Diócesis de Valledupar, como el cementerio principal de la ciudad Jardines del Ecce Homo, la majestuosa catedral y el recientemente inaugurado mirador del Ecce Homo, coronado por un monumento de 30 metros, obra del escultor Héctor Lombana Piñeres.
Otra de las celebraciones especiales de la Semana Santa en Valledupar es la procesión en penitencia de los Hermanos Nazarenos, la cual se realiza el jueves, recordando el camino de pasión que recorrió Jesús cargando la cruz hasta el calvario.
Todas estas tradiciones, que culminan el domingo con la alegría de la resurrección, se viven con especial fervor en las poblaciones de San Diego de las Luces, Patillal y Valencia de Jesús.
El Festival de la Leyenda Vallenata.
Fundado en 1968 por tres grandes próceres culturales de la región, Consuelo Araújo Noguera «La Cacica», el compositor Rafael Escalona y el Presidente Alfonso López Michelsen, primer gobernador del departamento del Cesar; ellos pensaron que era necesario instituir una gran festividad que hiciera gala y fomento del inigualable acervo cultural y musical vallenato, y así evitar el riesgo de que sus expresiones cayeran en el olvido. Por lo cual decidieron crear el Festival de la Leyenda Vallenata, que sucesivas generaciones de familias raizales vallenatas han contribuido a consolidar como una fiesta nacional de primer orden en Colombia, de vibrante proyección internacional. El Festival de La Leyenda Vallenata recrea toda la magia de una tierra pletórica de mitos, costumbres, vivencias y una riqueza lingüística y oral que nutren día a día la literatura y la banda sonora nacional.
La «Leyenda Vallenata» hace referencia a un conjunto de hechos dolorosos de la conquista española en el Cesar, en los que muchas tribus locales se enfrentaban a los colonizadores, intentando defender su modus vivendi, cuenta la leyenda, que en cierta ocasión los indígenas envenenaron la laguna Sicarare, en cercanías de la población de Espíritu Santo (Agustín Codazzi), causando intoxicación a los españoles; estos finalmente se recuperaron, pero atribuyeron la curación a un milagro de la Virgen del Rosario, creando el «mito fundacional» del folclor vallenato.
Desde sus inicios hasta 1986, este evento fue organizado por la oficina de turismo del departamento del Cesar. En 1987 se creó la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, ese mismo año el Festival Vallenato fue transmitido por primera vez en directo por televisión, siendo el canal regional «Telecaribe», el encargado de producir y transmitir el evento.
El Festival de la Leyenda Vallenata de 1999, marcó un hito de trascendencia, pues la transmisión de televisión se realizó por primera vez a nivel nacional e internacional. También se efectuó la coronación de cinco “Reyes Vitalicios” que fueron seleccionados por representar escuelas del Vallenato en el Caribe colombiano, y por su trayectoria como reconocidos acordeoneros y juglares del folclor. De esta forma estuvieron representadas las tres escuelas: el vallenato-bajero de la región del Magdalena y Bolívar con Francisco “Pacho” Rada y Abel Antonio Villa; el vallenato-sabanero de Sucre y Córdoba, en Andrés Landero; y el vallenato-vallenato del Cesar y La Guajira en Antonio Salas y Lorenzo Morales.
La trascendencia del Festival Vallenato es innegable, cada año cuenta con la presencia de los más altos dignatarios de la Nación, en cabeza del presidente de la República. Para el cubrimiento de la LVII edición, del año 2024, fueron acreditados 398 periodistas pertenecientes a cerca de 200 medios de comunicación nacionales e internacionales.
Las compañías discográficas de mayor éxito también se suman al festival presentando sus estrellas más representativas, amenizando el desarrollo de los concursos y conciertos durante los cuatro o cinco días que suele durar el certamen, celebrado usualmente durante la última semana de abril o la primera semana de mayo.
Eventos y concursos:
- Desfile de piloneras
- Acordeoneros en diferentes categorías: infantil, aficionado, profesional y femenino
- Piqueria de versos en las categorías infantil y mayor
- Canción vallenata inédita
- Desfile de autos clásicos y Jeep Willys parranderos.
Los concursos y en especial el de acordeón, son el escenario en el que acordeoneros, cajeros y guacharaqueros, exponen su virtuosismo, representando en muchos casos a «dinastías vallenatas», es decir, familias que por varias generaciones han sido gestoras de juglares e intérpretes de renombre. Entre las dinastías más conocidas están las familias Durán, Granados, López, Mendoza y Zuleta.
Diferentes escenarios reciben a los concursantes, siendo la Plaza Alfonso López y el Coliseo Cacique Upar (o Parque de la Leyenda Vallenata) los principales y de mayor tradición. También abren sus puertas la Feria Ganadera, el centro recreacional La Pedregosa y la Plaza del Primero de Mayo.
El Festival Vallenato es la época de mayor afluencia turística en el Cesar y una de las principales en Colombia, recibiendo visitantes de muchos países.
SIGUE ESTE ENLACE PARA LEER UN ARTÍCULO EN EL QUE ESTUDIAMOS EL FESTIVAL VALLENATO A PROFUNDIDAD.
El Corpus Christi de Atánquez.
La fiesta del Corpus Christi es la expresión espiritual más auténtica del pueblo atanquero en la Sierra Nevada de Santa Marta, una fusión de fe católica y cultura kankuama, en la que destaca la procesión del Santísimo Sacramento y tradicionales danzas como la de los diablos, cucambas y negritas.
Los diablos danzan de espaldas, dando vueltas alrededor del Santísimo Sacramento. Las cucambas, desfilan con sus sombreros de plumas y faldas de palma; y las negritas pintadas con ceniza de carbón, todos bailan por las calles de Atánquez.
Sincretismo religioso: la fiesta es un ejemplo vivo de cómo la religión católica se mezcla con las espiritualidad ancestral kankuama.
Significado cultural y ancestral: es el «alma del pueblo en procesión», una expresión de la identidad kankuama que combina fe y la recuperación de sus tradiciones.
Visita al cementerio: durante la celebración, los danzantes visitan el cementerio para honrar a sus antepasados.
Unión con la naturaleza: los trajes de los danzantes reflejan la conexión con la naturaleza, con predominio de los colores rojo y verde en su vestimenta y el adorno con flores y plumas.
Vea la nota: «El Pueblo de Atánquez»…
El Encuentro Vallenato Femenino «EVAFE».
El Encuentro Vallenato Femenino EVAFE, es un proyecto cultural y musical que, desde el año 2015 ha reivindicado el lugar de la mujer en la música vallenata, consolidándose como un espacio único en Colombia para la expresión, profesionalización y visibilización de las artistas del folclor.
Este festival, organizado por la Fundación Decuplum, nació en Valledupar como una respuesta a las desigualdades históricas que han limitado la participación de las mujeres en el ámbito musical tradicional. EVAFE se ha convertido en un referente nacional e internacional de transformación cultural con enfoque de género.
A lo largo de su trayectoria, ha impactado a más de 350 mujeres artistas y ha generado un cambio notable en la estructura de otros festivales folclóricos del país, muchos de los cuales se han visto motivados a crear categorías femeninas como respuesta al avance de este movimiento.
La edición 10 años de EVAFE “Edición Dorada”, que se llevó a cabo en Valledupar del 15 al 17 de agosto de 2025, reunió a las acordeoneras profesionales ganadoras de años anteriores y otras destacadas acordeoneras, cantantes y compositoras de diferentes regiones de Colombia y de países como México, Panamá, Venezuela, Republica Dominicana, Rusia y Japón.
Las ganadoras de EVAFE 2025 fueron Wendy Corzo como soberana del Acordeón, y María del Rosario Ortiz como reina profesional. EVAFE también coronó a otras ganadoras en distintas categorías: María del Rosario Ortiz como reina profesional; las niñas Salomé Peña como aprendiz destacada y María José Arias como reina infantil; Yorledys Meza como reina caribeña; Sara Pacheco como reina cantante, y María de Jesús Suastes de México como reina internacional. Además, se incluyó por primera vez la categoría de acordeonera internacional, con la destacada participación de la japonesa Hiroko Kaku.
Este evento representa un hito para la cultura cesarense y el patrimonio inmaterial del Caribe colombiano. EVAFE no es solo un festival: es una plataforma de transformación, un escenario de igualdad y una expresión viva del legado musical del Vallenato. Con su respaldo, seguiremos fortaleciendo el papel de la mujer en la tradición vallenata y proyectando a nuestro departamento como un territorio de cultura incluyente, equitativa y de alto impacto social.
El mes del patrimonio.
Organizado por la Fundación AVIVA (Amigos del Viejo Valledupar) cada mes de septiembre, desde el año 2011, se celebra el mes del patrimonio cultural, lleno de eventos gastronómicos, musicales y artísticos; de esta manera se logra poner de presente los sitios emblemáticos del centro histórico de Valledupar, sus callejones, centros de manzana y casonas restauradas, entre las que se destacan la «Casita de Bahareque» en el barrio Cañahuate y el Centro de Memoria de la familia Jiménez Zuleta en el San Joaquín.
La Fundación AVIVA viene promoviendo la recuperación del Centro Histórico de Valledupar desde el 2007, con acciones tendientes a encontrar soluciones a la contaminación ambiental, visual, auditiva y olfativa, fomentando el cuidado y adecuada utilización de los espacios públicos y privados, para el mejor desarrollo e integración de la comunidad.
El 11 de septiembre es la fecha nacional conmemorativa del Patrimonio Cultural, ese día se realiza una eucaristía especial, seguida de visitas a casas antiguas del centro histórico y la participación de representantes del programa nacional “Vigías del Patrimonio, del Ministerio de Cultura.
La Fundación AVIVA trabaja por Valledupar con un sentido humanista y positivo, para que esta ciudad, con su peculiar trazado de calles, callejones y centros de manzana, sus casas de adobe y tejas de barro, funcionales para el clima, tenga cada día un mejor patrimonio arquitectónico, patente muestra de nuestra historia.
El centro histórico de Valledupar, con todo lo que representa, dotado con zonas peatonales bien arborizadas, con especies nativas, sin duda es un polo de crecimiento para el turismo cultural y ecológico.
Las navidades.
Desde del día de las velitas (7 de diciembre) hasta la fiesta de reyes (6 de enero), el pueblo vallenato celebra oficialmente las navidades, como es tradicional en el mundo cristiano, con el nacimiento de Jesús o nochebuena (24-25 de diciembre) como fechas centrales.
La ciudad suele instalar un bello alumbrado en avenidas, plazas, edificios oficiales y sectores residenciales, que combina el pesebre y la natividad, con elementos representativos del folclor vallenato.
La navidad se empieza a celebrar propiamente el 16 de diciembre, con el primer día de novenas, una tradición cristiana en la que se exalta durante nueve noches la cercanía del nacimiento de Jesús, se recuerdan sus protagonistas y todos los momentos de la historia sagrada que son narrados en la Santa Biblia.
En todas las parroquias de la Diócesis de Valledupar y en miles de hogares, se instalan pesebres, que son representaciones de la natividad, como es narrada en el evangelio.
Los visitantes también pueden encontrar grandes conciertos de navidad y fin de año, con el Festival Tierra de Compositores de Patillal (del 23 al 25 de diciembre) como muestra principal del folclor en esta parte final del año.
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JOSE LUIS ROPERO
Guía de turismo y gestor cultural
turismo@roperoaventuras.com
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