Durante tres años, Ecojugando ha sido para mi vida una gran motivación, a través de este proyecto y junto a grandes amigos, se han obtenido logros muy satisfactorios, como lo puede ser presenciar el asombro de un niño, ordeñando una vaca por primera vez, feliz por aprender las lecciones que brinda la naturaleza y el campo.
También ha sido para mí un proceso de aprendizaje, he aprendido a ser tolerante, la continua exposición al diálogo me ha demostrado que las ideas del interlocutor, por contrarias que sean, merecen respeto. El trabajo en equipo ha sido para mi la manera de encontrar los métodos adecuados.

Ecojugando es un proyecto en formación, hasta hoy se han trazado sus lineamientos básicos, espero tener la sabiduría suficiente para llevarlo a buen puerto y que su nombre sea un referente del humanismo en su más noble expresión, un largo camino habrá de recorrerse antes de llegar a la meta, lleno de difíciles retos y ojalá, muchos errores.
Este momento es de reflexión, cómo voy a lograr las grandes metas que me propongo, pues bien, con acciones espero irlo revelando. Por ahora sólo me queda agradecer a todas las personas que con su altruísmo y buena fe, han dado fuerza a Ecojugando, principalmente a la Escuela Ambiental del Cesar, liderada por su fundador, el profesor Olmar Fernando Quintero Sanguino.

En los próximos meses, haremos un recuento por éste, nuestro querido blog, de tantas actividades de las cuales queremos extraer las mejores enseñanzas y los mejores recuerdos que nos sirvan de inspiración para lo por vernir.
Este momento es de preparación para las siguientes etapas, en las cuales desarrollaremos nuevas tareas, con nuevos amigos y un renovado pensamiento.


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