Sueño y realidad, idea y materia, crítica y práctica, son las dualidades que hacen del cosmos una fuente inagotable de sucesos y un odre capaz de renovarse a sí mismo; el ser humano no escapa a esta dinámica de la vida, su mente es el resultado de una síntesis en la que imaginación y evaluación, derecha e izquierda, marcan los pasos del camino por recorrer; integrar armónicamente estos dos aspectos en la cotidianidad es esforzarse por construir el futuro deseado.
El pensamiento es una habilidad que se desarrolla, si bien el cerebro humano ha evolucionado durante millones de años para brindarnos la posibilidad de utilizar las facultades mentales que hoy disponemos, es necesario practicar para hacerlas más eficaces; esto es precisamente lo que los estudiantes de Arte y Folclor de la Universidad Popular del Cesar realizan cada día con la inducción del artista plástico José Aníbal Moya, docente de la asignatura “desarrollo del pensamiento crítico y creativo”.

El maestro Moya hace énfasis en la necesidad de que el estudiante se convierta en artista lanzándose al agua, es decir, que invente y proponga intentando representar en sus creaciones las reflexiones que le pueda generar la observación del mundo; es así como sus clases llevan siempre un acento práctico, donde la experimentación, la libertad, el ensayo y el error se convierten en sustitutos del rancio paradigma apolíneo, impecable y perfecto. Fruto de este esfuerzo ha sido la realización de muestras artísticas al aire libre como performances en los patios de Bellas Artes y Land Art en el Parque Lineal, a orillas del río Guatapurí.
En palabras de sus estudiantes, las clases al aire libre resultan muy provechosas y divertidas, pues consideran que trabajar fuera del salón ayuda a abrir la mente, al fin y al cabo, la libertad es el comburente del espíritu creador.
Además del entrenamiento artístico, estas actividades se destacan por su capacidad para hacer más visibles los espacios públicos y recuperarlos en una dinámica que se suma e integra con otras que amplían la riqueza cultural de la ciudad como el movimiento Dibujo Valledupar.