Por: Gustavo Triana, Informativo CUT Nº 67, Bogotá, marzo de 2011.
Raúl nació en la vereda Cañadas del municipio Carolina del Príncipe (Antioquia), el 21 de agosto de 1953, en el seno de una familia de campesinos aparceros y vivientes de una hacienda. Era el tercero de once hermanos. Su familia migró al casco urbano en 1960 y allí Raúl inició sus estudios en la escuela pública y por influencia de uno de sus tíos fue admitido en la Escuela Normal de Señoritas de Carolina, en donde se recibió como docente normalista en 1971.
Estando en Medellín, en 1972, se presentó al magisterio y fue nombrado profesor de sociales del Instituto Departamental de Educación Media de Puerto Berrío (Antioquia). En ese colegio y en esa ciudad le ocurrirían, en 1974, dos vivencias que marcarían positivamente su vida: el 1 de mayo fue invitado a integrarse al desfile del Día de los Trabajadores que organizaba la Unión Nacional de Oposición, UNO, y por primera vez portó una bandera del MOIR y conoció a Jorge Salgado, hoy dirigente del PDA en Chocó; y allí en Puerto Berrío, en ese año, y después de un discurso para animar una asamblea durante un paro en el Colegio, conoció a Ruby Toro su compañera y camarada de toda la vida. Ruby venía de graduarse como licenciada en Ciencias Sociales de la Universidad Pontificia Bolivariana. Provenía de una familia conservadora que desaprobó durante quince años su unión afectiva con Raúl por el caracterizado compromiso que los dos fueron adquiriendo con la revolución colombiana.
Al final de aquel paro, Raúl resultó trasladado arbitrariamente a Gómez Plata y luego a San Roque, ambos municipios antioqueños. En este último, la religiosa que ejercía la rectoría del colegio lo despidió por enseñar materialismo y escribir Dios con letras minúsculas. Era el año de 1975, y ya vinculado al MOIR ingresó a la Universidad de Antioquia a estudiar economía, hasta cuando en el primer semestre de 1976 acogió el llamado de la política de Pies Descalzos de su organización y partió para el sur de Cesar a hacer trabajo entre los campesinos y obreros agrícolas de Río de Oro, Pelaya, San Alberto y Aguachica. Cuentan que trabajó en labores de recolección de maíz, manejó tractor, fue ayudante mecánico y, en fin, afrontó con entusiasmo militante las exigentes tareas de vinculación a las masas trabajadoras para poder organizarlas y ganarlas para concretar la propuesta de la revolución de Nueva Democracia.
Entre tanto, Ruby, que había sido trasladada al municipio de Amagá, sería despedida en 1976 por asistir a la concentración del Frente por la Unidad del Pueblo, FUP, en la Plaza de Toros La Santamaría de Bogotá, donde se proclamó la candidatura presidencial de Jaime Piedrahita Cardona. Entre los cargos que le imputaron se le acusó de llevar a dicha manifestación a una alumna del colegio que resultó ser sobrina del futuro presidente Belisario Betancourt. El sindicato le consiguió el cambio del despido por un traslado a Betania y luego a Carolina del Príncipe. De allí decidió viajar a Codazzi en 1977 y reencontrarse con Raúl que ya era profesor en el Colegio Nacional Agustín Codazzi. Allí llegó con Lorena la primera de los cuatro hijos de esta pareja de moiristas. Se instalaron pues en la cautivante y alegre tierra del Cesar, que los acogió con gran cariño. Nacieron luego Leslie, Sebastián y Lauren, sus otros hijos. Se fundieron con las gentes y asimilaron las costumbres de esa región, y se enraizaron a tal grado que era difícil creer que no fueran cesarenses. Raúl cantaba con pasión la música vallenata.
Codazzi fue escenario propicio para el desarrollo de sus dotes como dirigente gremial del magisterio. Entre 1980 y 1984 fue elegido fiscal y, luego, tesorero de la Asociación Colombiana de Profesores de Enseñanza Secundaria, Acpes. Siguiendo los lineamientos nacionales de Fecode lideró la unificación de los diferentes sindicatos del magisterio, contribuyendo a su aglutinación en la Asociación de Educadores del Cesar, Aducesar, a cuya Junta Directiva fue elegido como fiscal en 1985 y posteriormente como presidente hasta 1994. Fue participe de la decisión de construir la moderna sede con que hoy cuenta el sindicato. Por la misma época se juntó con 25 compañeros más para tomar la determinación de conformar una nueva cooperativa que estuviera al servicio de los educadores y trabajadores del sector educativo: nació entonces la Cooperativa de Trabajadores de la Educación del Cesar (COOTEC), la que sin lugar a dudas es hoy la cooperativa más sólida de este gremio en el Cesar.
Gracias a la política unitaria acogida por el Movimiento Independiente Nacional, MIN, el Partido Comunista de Colombia y el MOIR, que como fuerzas de izquierda concurrían en Aducesar, encabezó la lista a la Asamblea Departamental en 1995, obteniendo la curul. En esa corporación pública adelantó resonantes debates contra el saqueo del carbón por parte de la multinacional Drummond y usó esa tribuna y esa investidura para defender los intereses de los trabajadores y las clases populares cesarenses. Ejerció la diputación como debe hacerlo todo representante de la izquierda, para apoyar las luchas de las masas y ponerse de lado de la soberanía, el trabajo, la producción y la democracia.
En 1997 se reintegró nuevamente al magisterio y fue designado para formar parte del Comité Ejecutivo de la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, alcanzando en 1998 y 2002 altas votaciones, con las que fue elegido fiscal y secretario general, respectivamente. Desde el Ejecutivo de la Federación asumió la responsabilidad de liderar el frente sindical Tribuna Magisterial, en reemplazo de su entrañable camarada José Fernando Ocampo. Representó al magisterio en el Fondo Nacional de Prestaciones, integró en varias oportunidades la Comisión Negociadora de Fecode y se destacó en la lucha contra los reaccionarios actos legislativos que recortaron las transferencias para educación, salud y saneamiento básico y el que arrebató los derechos pensionales de los trabajadores colombianos.
En 2008 fue candidatizado al Comité Ejecutivo Nacional de la CUT, obteniendo el reconocimiento de más de 13 mil electores. En sus dos años como integrante del Comité Ejecutivo de esta Central, desplegó con tenacidad la denuncia internacional contra los tratados de libre comercio con Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea y contra la explotación del trabajo y el saqueo que el imperialismo comete contra nuestro país con la complicidad de la oligarquía lacaya.
En las elecciones para las corporaciones públicas de 2010, Raúl obtuvo la segunda votación en la lista del Polo Democrático Alternativo, PDA, al Parlamento Andino, más de cien mil votos, en representación de varias de las tendencias de esta organización.
Al fallecer el lunes 26 de enero, en la clínica Cardioinfantil de Bogotá, Raúl se desempeñaba como secretario de Asuntos Internacionales de la Central Unitaria de Trabajadores; era integrante del Comité Ejecutivo de la Confederación Sindical de América, CSA; de la Dirección Nacional del Polo Democrático Alternativo, PDA y secretario del Trabajo Sindical en la Dirección Nacional de su tendencia, el MOIR.
Reafirmamos en esta resumida semblanza lo expresado en su funeral: “Fue Raúl un dirigente sindical y de la izquierda que brilló por sus conocimientos, su método y su inagotable entusiasmo por la lucha social y política. Apasionado lector, estudioso de la historia nacional y universal, animoso formador de la juventud, amante de la música, en resumen un digno representante de la clase obrera colombiana, culto, revolucionario y hombre de partido”.
GUSTAVO TRIANA.
Dirigente sindical, afiliado a la Unión Sindical Obrera (USO) como trabajador de ECOPETROL hasta su jubilación. Destacado líder de la izquierda en los partidos MOIR, Polo Democrático y DIGNIDAD.