El 26 de octubre se realizó en el campus de la Universidad Popular del Cesar una jornada pedagógica para el conocimiento del ave llamada mariamulata llanera (Quiscalus lugubris), la cual fue dirigida por los jóvenes naturalistas María Carolina Barros y Andrés Figueroa, en el marco de su proyecto de grado en ciencias naturales titulado «Redes sociales como herramienta pedagógica para el conocimiento de la especie Quiscalus lugubris».
Esta especie se caracteriza físicamente por presentar un gran dimorfismo sexual, pues los juveniles y las hembras son de un color pardo, mientras que los machos adultos presentan un plumaje negro intenso tornasolado, sus ojos son amarillos y de la cola al pico, puede llegar a medir hasta 27 cm.
La mariamulata, una de las especies de aves más numerosas de la ciudad de Valledupar, había estado ligada históricamente a la región de la orinoquía, pero en los últimos 30 años se extendió la mayor parte de las ciudades de Colombia, incluyendo muchas de la región andina, fenómeno que puede resultar extraño considerando su tradicional hábitat llanero.
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Pero hay más aspectos que llaman la atención de esta especie, como lo es su voracidad y elevada tasa de reproducción; puede decirse que la mariamulata es omnívora, pues se alimenta de artrópodos, pequeños vertebrados, semillas, frutas y restos de comida que encuentra en calles y basureros; se reproduce todo el año y estos factores han resultado en que su alta población esté desplazando a muchas especies de sus espacios naturales, como es el caso de volatineros, turpiales, garrapateros, cocineras, palomas y otros.
Del diálogo con los estudiantes expositores, se puede notar un consenso general en que el deterioro de los hábitats y las basuras en las calles son causa directa de la expansión de esta especie; el control sanitario se mostraría por tanto, como la medida más factible para evitar evitar el aumento o disminuir las poblaciones de la mariamulata fuera de su hábitat natural. Igualmente, se mostraron escépticos o contrarios a medidas radicales de control poblacional como la captura de especímenes o la cacería.
La jornada pedagógica ofreció un carácter colorido y comunicativo, enfocado en generar conciencia en la comunidad universitaria, sobre las consecuencias que la mano del hombre ocasiona en el medio ambiente, muchas de las cuales no son prevenidas, pero que pueden ser objeto de solución y rectificación.
JOSE LUIS ROPERO – DIRECTOR