Nombre científico: Vanellus chilensis. Sinonimia: Belonopterus cayennensis.
Nombre en inglés: Southern lapwing.
Nombres comunes: tanga, queltehue, alcaraván, avefría tero, pellar teru-teru.
Orden: Charadriiformes.
Familia: Charadriidae.
Hábitat: es un ave nativa de América del sur, desde Panamá hasta la Tierra del Fuego, exceptuando el centro de la amazonía y la costa peruana. Desde el aspecto ecosistémico, el alcaraván habita las praderas y pasturas, riberas, lagunas y humedales; aumenta su espectro geográfico en razón de la expansión agropecuaria.
Características: el avefría tero o alcaraván tiene sus partes superiores de color marrón grisáceo, con una apariencia de brillo bronceado; pecho negro con una banda de igual color que se extiende por todo el cuello, la garganta y que bordea el pico hasta la parte superior de la frente; el vientre y la parte inferior de la cola son blancos; sus plumas primarias son negras en el centro y parte final, mientras que la parte interior – superior de las alas es de color blanco, contraste que sólo se puede observar mientras el ave tiene sus alas abiertas, pues las coberteras y secundarias presentan colores grises y marrones. También presenta algunas pequeñas tonalidades violáceas en la zona del ala. La cola es de tamaño medio. Su cabeza es de color gris con rebordes blancos cerca del ojo y el pico. El pico es corto y de color rojo, salvo la punta que es negra. Los ojos son de color rojo intenso y redondo.
Es una pequeña zancuda de 30 a 35 cm de largo. Las patas del alcaraván son largas y finas, de color rojo. Los dedos son tres hacia adelante y uno muy corto hacia atrás. Aunque en días de mucho calor o cuando se encuentra atemorizado repliega completamente sus patas, lo más habitual es verlo descansando apoyándose en una de ellas, mientras que la otra queda pegada al cuerpo. También suele quedar quieto doblando sus patas hacia atrás; cuando camina o está quieto, hace un movimiento muy característico de «agachadas».
Como herramienta de combate tiene debajo de sus alas unas pequeñas prolongaciones óseas de color rojo, llamadas espolones, que usa en los vuelos rasantes que realiza para amedrentar a sus enemigos o cuando combate contra aves rapaces.
Los jóvenes se diferencian de los adultos principalmente por la ausencia de rojo alrededor del ojo y menor cantidad de tonalidades y bandas de colores en las plumas. Las diferencias entre macho y hembra no son detectables a simple vista, aunque las hembras son un poco más pequeñas que los machos.
Se alimenta principalmente de insectos e invertebrados acuáticos, es generalmente sedentaria, aunque poblaciones del extremo suramericano migran a zonas más cálidas durante el invierno.
Por lo general se agrupan en bandadas, y son muy cuidadosos de sus pichones; hacen sus nidos en el suelo a campo abierto, razón por la cual son muy sensibles ante cualquier ruido o movimiento extraño. Al alarmarse emiten su grito característico, estridente y repetido; este sonido es casi una constante en las zonas rurales del centro y norte de la Argentina, al igual en todo el territorio uruguayo y el centro y sur chileno.







Es muy astuto en el cuidado de su nido, pues ante la presencia de un intruso teatraliza la situación echándose como si estuviera empollando, pero en otro lado, para que el visitante se dirija hacia él. En algunas ocasiones hace vuelos cortos alejándose de su nido con la apariencia de no poder volar bien, como si estuviera herido, repitiéndolo varias veces cada vez más lejos hasta que pase el peligro. Muchas veces hace vuelos rasantes sobre el intruso, incluso rozándolo con sus espolones expuestos. En el caso de aves de rapiña o felinos los ataca hasta conseguir alejarlos.
Algunas veces ocurren peleas entre machos por la atracción de la hembra, para las cuales utilizan el pico y no los espolones. En el vuelo de atracción revolotean a la hembra con la cabeza lo más erguida posible y la cola hacia abajo.
El nido es un pequeño agujero en un descampado apenas delimitado por ramitas y hierbas, y son muy difíciles de distinguir. Ponen sus huevos a finales del invierno, y la misma pareja puede poner varias veces durante el año; su periodo de incubación es de 26 días. El color de sus huevos es gris verdoso con pequeñas manchas oscuras. Una vez nacidos los pichones, padre y madre se ocupan de su cuidado.
En en los últimos años las observaciones de campo han planteado la posibilidad de que algunos teros desarrollen un comportamiento poligínico, es decir que haya más de una hembra por cada macho. Durante la puesta de huevos y nacimiento de los pichones son animales muy agresivos y vigilantes. Al llegar la noche la madre cobija a los polluelos bajo sus alas. Los mismos quedan bajo cuidado de los padres hasta que aprenden a volar, lo que sucede aproximadamente al mes de vida.
Primer avistamiento: 24 de mayo de 2015, Ecoparque Los Besotes (Valledupar, Cesar – Colombia).
Muy buena entrada:D y precioso animal!
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