Como la Escuela Ambiental es mágica nos han visitado muchos personajes en busca de la espiritualidad y del encuentro con ellos mismos, pero como cosa rara algunos no la hallaron, antes por el contrario pienso que se desviaron, pero esto les sirvió para que despertaran, sus egos y arrogancia no les permitieron quedarse.
Él primero en llegar fue un señor con túnica y barba abundante, con un turbante en la frente que decía Dios y otro letrero en el pecho con la leyenda Allah, este dios me lo encontré en las calles de Valledupar y me pareció muy interesante pues con semejante letreros me imaginé que tenia frente a mi a un ser muy especial y fue cuando lo invité a la Escuela Ambiental, le dije que fuera el sábado ya que ése día va poca gente y en el fondo no quería que lo perturbaran. No pudo ir ese día, así que se presentó el domingo y pasó lo que menos esperaba.
Yo no me encontraba y lo recibió Yeyo un amigo muy querido, lo atendió pero cuando pasó al frente de la Ecotienda de la escuela se encontró con mi hermana Gabriela, Patricia mi ahijada de matrimonio, mi señora y mi suegra. Cuando lo vieron no soportaron ése personaje y le dijeron a Yeyo que sacara a dios de la escuela, Yeyo respondió que no, que él era un ser muy especial que había sido invitado por el Director.
Como pudo lo escondió hasta que yo llegara, cuando me presenté en la Escuela Patricia me dijo que a dios había que sacarlo de la Escuela urgente, que si no lo sacaba yo lo sacaba ella, “padrino usted siempre con sus mascotas…”, ¡que ella lo mataría! Yo le contesté: “Patricia ten mucho cuidado con Dios que se va a rebeldizar y es peligroso”. Ella me dijo: “padrino los dioses son de amor y no de odio sáquelo o sino lo saco a usted yo”, y le conteste que lo hiciera ella que yo no iba a cargar con semejante responsabilidad. Y así en esa lucha celestial nos tocó esconderlo para que Patricia no lo desapareciera, El Gringo, esposo de Patricia dijo: “deje en paz ése dios que él no le hace daño a nadie”.
Él tenía una carpa y se instaló en la escuela muy humildemente, él mismo se preparaba los alimentos y todos los días salía al pueblo a rebuscarse y yo le decía que Dios no necesitaba de la plata para comer y menos del trabajo porque el todo lo podía, que con un sólo deseo todo lo hacia realidad; me contestaba que lo hacía para no aburrirse ¡qué tal un dios aburrido!
Un día cualquiera le pregunte a Alá que este mundo era muy injusto, que por qué no lo acababa de una vez y el muy sabiamente me dijo que había pensado muchas veces en acabarlo, el problema era que él no quería quedarse solo.
Al cabo de unos días otro personaje llamado Robert, que mi ahijada le colocó el sobrenombre Soya Ya, porque preparaba productos de soya, llegó a la escuela y comentaba que ése era el sitio que él siempre había soñado, que él venía para quedarse, yo dije hágale, pero también venia diciendo que él era dios, yo le dije que eso era imposible porque dios ya estaba en la escuela, él dijo sí pero que él era el verdadero, que el otro era falso.
Yo le pregunté que cómo podía identificar al bueno del malo, él contestó: fácil aquel que sea arrogante y peleador, que todo lo quiera para él, ése es el falso, en cambio aquel que sea humilde, sencillo, amoroso, etc. ése es el bueno “y ese soy yo, que todo lo puedo”.
Al cabo del tiempo los dos dioses se aburrieron de la armonía y la paz en que vivían y salieron de pelea, el dios malo sacó al dios bueno, casi se matan, se odiaban, aquella situación se la comenté a Yeyo el amigo y él me dijo: Olmar es que dos dioses no pueden jamás vivir juntos.
AUTOR: OLMAR FERNANDO QUINTERO SANGUINO – DIRECTOR Y FUNDADOR DE LA ESCUELA AMBIENTAL DEL CESAR.
Si desea conocer la Escuela Ambiental del Cesar pude llamar al teléfono (57) 317 626 8212 o enviar un email a ecojugando@hotmail.com
JOSE LUIS ROPERO 