EDITORIAL DEL PORTAL INFORMATIVO INFOUPAR.COM, JUNIO DE 2025.
La paz de Colombia ¿cómo podría ser? Es una cuestión para reflexionar, no habrá una solución fácil, pero es claro que materializar este propósito requerirá de un amplio acuerdo nacional y, en estas líneas nos atrevemos a decir, con altas dosis de misericordia y compromiso por el futuro de la Nación.
Una manera de darle forma, podría ser el pensar en la paz como un punto de partida, que no sea algo lejano, sino un logro del conjunto social, que se consolida paso a paso, siguiendo fines superiores de reconciliación y desarrollo.
Encontrar caminos de paz será como liberarse de atávicos lastres y tropiezos que han acompañado a la sociedad colombiana por generaciones, una liberación que propicie la construcción de un futuro con bienestar.
Pero ya hay caminos recorridos en ese sentido ¿cierto? El referente más concreto que tenemos los colombianos es el acuerdo de paz firmado entre las FARC y el Estado colombiano; gestado por el gobierno de Juan Manuel Santos, este acuerdo parecía conducir a la sociedad colombiana hacia una cierta disminución de la violencia.
El gobierno de centro-derecha de Iván Duque recibió la responsabilidad de continuar la implementación de los acuerdos, superando voces críticas desde su propio partido, Duque avanzó con voluntad de paz. Ejerció su función de comandante en jefe ante la arremetida de grupos irredentos y propició condiciones para que el aparato productivo nacional hiciera su trabajo, logrando una clara tendencia de crecimiento económico.
Lo relevó Petro, hombre que llegó con un gran respaldo popular, la sociedad le demostró confianza a sus propuestas de apoyo a la clase popular, pero sus buenas intenciones en materia de paz no se vieron reflejadas en una esperada disminución de la violencia. Debemos reconocer que Colombia no es un país de ángeles, el camino de la paz también necesita también del ejercicio legítimo de la fuerza del Estado sobre el crimen organizado.
En el otoño del corriente período presidencial, sin indicios serios para pensar que el Jefe de Estado bendecirá a su patria con decisiones sabias, es necesario idear nuevas soluciones y encontrar nuevos liderazgos.
Opiniones ciudadanas sobre la paz de Colombia.
Quise consultar a un grupo de amigos acerca de su visión sobre la anhelada paz de Colombia, todos ellos ciudadanos dolientes del bien común, integrantes de la sociedad civil y sencillos líderes en la comunidad a la que pertenecen. ¿Cómo te imaginas que sería una Colombia en paz? y ¿cómo crees que podría lograrse ese ideal? fueron los interrogantes planteados, la mayoría de las respuestas tuvieron mucho en común.
Recibí suficientes respuestas para percibir que muchos de los valores, percepciones y propuestas acerca de la paz son comunes para amplios sectores de la población colombiana, lo cual me hace sentir que una paz construida a partir de la buena voluntad de la sociedad civil ¡sí es posible!
Olmar Quintero, administrador de empresas, Valledupar: imagino una Colombia en paz, cuando los colombianos entren en un estado de conciencia y se den cuenta que la paz es individual e interior; yo vivo en paz conmigo mismo por ende, veo el mundo en paz. Pienso que una de las maneras de que Colombia llegue a la paz, es darnos cuenta que el problema no está entre el bien y el mal, el problema es entre el conocimiento y la ignorancia; el conocimiento es el camino para llegar a la verdad. Recuerda nuestros aforismos de la Escuela Ambiental «vivir tranquilo es lo minimo que usted se merece», o » tú no eres salvador, ni verdugo, mucho menos víctima de nadie».
Manuel Suárez, psicólogo, Valledupar: una Colombia en paz será el día cuando nos identifiquemos a nosotros mismos como parte de un mismo terruño y que estamos enlazados por mucho más que un papel, el agua, la tierra y tantas costumbres culturales nos unen. El día que entendamos que así como apoyamos a una selección de fútbol y vamos al estadio o desde casa los apoyamos, de esa misma forma debemos trabajar por una sola nación y hacer que funcione un Estado. Un colombiano al que le va bien, es la representación de que a Colombia le va bien, debemos dejar de lado el egoísmo. Tenemos más razones para unirnos que para dividirnos, el pensar distinto no me hace enemigo.
Aníbal Barros, docente de ciencias sociales, Valledupar: una colombia en paz sería aquella en que ninguna controversia política se dirimiera con las armas y el Estado tuviera el monopolio de ellas para brindarle a sus ciudadanos el derecho a su seguridad personal y social, a través de la defensa de la soberanía nacional e individual. Podremos llegar a la paz si logramos establecer un gobierno auténticamente democrático.
Darío Alexander Puerta, ecólogo, Riohacha: una Colombia en paz es un país con trabajo, especialmente para la base productiva, para el campo. La paz empieza desde el campo, permitiendo al campesino desarrollar sus emprendimientos con tranquilidad.
Camilo Angulo, ingeniero civil, Girardot: la paz nace desde la crianza, con justicia social y apoyo al núcleo familiar. No recortando el apoyo al deporte, eliminando subsidios o subiendo los impuestos. No le creo a la paz total de Petro.
Rafael Escalona, docente de español y literatura, Valledupar: considero que una Colombia en paz debería transitar hacia una sociedad con soberanía económica, política y social. Esto nos permitiría desarrollar nuestras fuerzas productivas y medios de producción, de tal manera que alcancemos un alto desarrollo industrial y agropecuario, generando empleo con derechos y dignidad para los trabajadores. Un aumento descomunal de la producción nacional, nos permitiría producir, lo que ayer éramos capaces de producir, pero hoy lo importamos del exterior generando riquezas para otros países, más no aquí en el territorio nacional; sólo así dejaríamos de importar las cerca de 15 millones de toneladas de alimentos. A todo esto se debe sumar la necesaria existencia y respeto de los derechos ciudadanos, como salud y educación, entre otros. El uso de las armas debe ser exclusividad del Estado, tal cual lo establece la Constitución Política. Que se pacte de manera seria, con los grupos armados para-estatales de derecha o izquierda, y se les brinde las garantías suficientes, para su debida reinserción a la sociedad.
Janner Obregón, Sociólogo, Valledupar: en una Colombia en paz predomina el amor, la tolerancia, la solidaridad y la felicidad; es un país sin racismo, violencia, arribismo, pobreza, miseria y desigualdad social. Podremos lograr los propósitos de paz dejando a un lado la venganza, el rencor, el odio, la codicia, la altivez, la arrogancia, la soberbia, la usura y la avaricia; todas esas emociones tristes hay que echarlas a la caneca de la basura para vivir en paz con uno mismo y con los demás.
¿Por qué no somos dados al acuerdo?
No se puede soslayar que nuestra nación ha vivido durante toda su historia republicana en un continuo desorden civil, que pareciera anunciar con fatalidad el carácter del colombiano. La República fue fundada bajo un ambiciososo proyecto, plantarse en el concierto internacional como poder indiscutido, faro político y brazo defensor de las nuevas naciones hispanas de Suramérica y el Caribe; su consistencia fue delirante hasta su disolución.
Luego de eso ha habido muchos intentos de proyectos nacionales, unos más liberales, otros más conservadores, pero ningún orden serio en Colombia ha podido durar más de una generación; la República casi siempre parece vegetar entre reformas coyunturales, pugnas mezquinas por la administración y un conflicto muy violento, políticamente marginal, en el que se juntan todas las miserias nacionales.
Por eso creo que necesitamos darle valor a aquellas virtudes que pueden ayudar a crear camino para un futuro diferente, esto implica convocar a todos los sectores de la Nación colombiana y demostrarle a la dirigencia, en todos sus estamentos, que la situación actual es su responsabilidad y que no pueden seguir desligando su suerte personal del destino nacional. Necesitamos un acuerdo nacional y líderes capaces de aglutinar ese sentir, en reconciliación.
Reconozcamos a cada uno su mérito, apartartémonos del juicio sobre el vecino, abramos espacio a la misericordia, para que el fin de la justicia sea la reparación y no el castigo. Interioricemos la paz en el comportamiento del día a día y demos el ejemplo del comportamiento que deseamos ver en los demás.
Un orden social fundado en valores.
Un futuro de paz para Colombia no será inmediato, pero los amigos consultados nos han regalado en sus conceptos algunos principios, que puestos en práctica, nos pueden conducir a otro tono en la relación con nuestros semejantes:
Conciencia: entender el alcance y las consecuencias de nuestras acciones y omisiones.
Paz interior: como paso primero para proyectar paz en nuestra comunidad.
Conocimiento: el camino para llegar a la verdad.
Unidad nacional: interiorizar que todos los colombianos somos un solo pueblo.
Soberanía nacional: las decisiones para la dirección de nuestra patria deben ser tomadas por los ciudadanos colombianos, en el interior de nuestro territorio nacional, sin injerencia de poderes extranjeros.
Solidaridad: la vida de mi vecino es parte de mí, no puedo ser indiferente.
Orden público: capacidad de la sociedad para garantizar las relaciones armónicas entre sus integrantes, haciendo uso de las instituciones para restituir la convivencia.
Justicia social: es la garantía de igualdad de derechos y oportunidades para todos.
Garantía para la reinserción: uno de los puntos álgidos en todo proceso de pacificación. Los integrantes de grupos al margen de la ley que hayan renunciado formalmente a su actividad delictiva, deben ser respetados en su vida, honra y bienes, permitiéndoles una libre integración a la sociedad, con los deberes y derechos de cualquier ciudadano.
Libertad de emprendimiento: el trabajo es un derecho y un deber, cada ciudadano es libre de crear una empresa de acuerdo a su vocación y capacidades; la sociedad debe permitir condiciones para el libre acceso al mercado y el desarrollo de la creatividad de los emprendedores.
Amor: va mucho más alla del sentimiento, es la disposición de entregar lo que sea necesario de nuestro ser personal para el bien de las demás personas.
Como iniciamos estas líneas, entendemos que el camino para una Colombia en paz no puede ser descrito de una manera simple, ni con fáciles soluciones, pero podemos empezar a pensar en él, podemos visualizarlo y no temer de compartir nuestra visión, la paz necesita de todos los colombianos.
JOSE LUIS ROPERO
Director Infoupar.com
EDITORIAL DEL PORTAL INFORMATIVO INFOUPAR.COM, JUNIO DE 2025.


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